Cuando
alguien se plantea esta cuestión lo primero que debemos preguntarnos
es: ¿refieren esas palabras a una situación real de depresión?, ¿se
siente agotado, desilusionado…? ¿Desde cuándo se siente así?, ¿es algo
temporal?, ¿se produce tras un conflicto o un cambio dentro del ámbito
del trabajo?...
Son
muchas las preguntas que ayudarán a esclarecer la situación, ya que son
muchos los elementos que deberán tenerse en cuenta a la hora de
plantear revertir esta situación.
Por
ello, es necesario hacer un análisis tanto de las variables del entorno
como de nuestra persona, establecer una hipótesis del problema y a
partir de ahí marcarse las metas y los procesos que llevarán a recuperar
la confianza, el autocontrol y la tranquilidad personal.
Otro
punto a tener en cuenta, es que debemos dar tiempo antes de tomar
decisiones precipitadas. Cuando nos sentimos insatisfechos, bajos de
estado de ánimo, o nos encontramos con una gran desmotivación, es
difícil mantener la objetividad.
Antes
de tomar decisiones equivocadas, es conveniente tomar conciencia con
nuestras actitudes, emociones, conductas, y pensamientos, fortalecer
nuestra seguridad, mejorar nuestro auto-concepto y elevar nuestra
autoestima. Creer en nosotros mismos, en nuestra capacidad y valía
personal para tomar decisiones, contribuye a dar forma a la vida y el
futuro que queremos.
¿Qué podemos hacer para salir de esta situación?
Vivir
los momentos difíciles como oportunidades para el cambio, nos ayuda a
generar nuevas ilusiones y abre la puerta a la búsqueda de soluciones.
Somos nosotros los que en muchas ocasiones creamos las barreras que
dificultan ver con claridad que cada situación, por muy compleja que
sea, guarda siempre un lugar para la esperanza y para el enriquecimiento
personal.
Otras recomendaciones generales que pueden ayudar:
- Planificar actividades que aporten refuerzos y gratificaciones, haciendo que nuestra vida se mantenga activa.
- Pequeñas acciones serán las que nos lleven a lograr con éxito nuestros objetivos.
- Hacer uso del auto-refuerzo como herramienta que nos revaloriza, reconoce y nos aporta seguridad.
- Fortalecer la salud y hacer ejercicio adecuado.
- Mantener hábitos saludables de sueño.
- Hacer uso de pensamientos y verbalizaciones positivas.
- Dejar que nos ayuden las personas queridas.
Si considera que su malestar le incapacita, o le resulta difícil de manejar, acuda entonces a un profesional.
Una
buena autoestima, autoconfianza y equilibrio emocional, son los pilares
necesarios para volver a recuperar la motivación y la ilusión por el
empleo.
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