Voy a
empezar por exponer algo que puede resultar una obviedad. No todos los
días son buenos, ni todas las situaciones a las que nos enfrentamos nos
resultan agradables o placenteras. La vida a veces se presenta “dura” o
nos expone a un malestar del que no podemos escapar o no podemos
cambiar.
En
el marco de la terapia hablamos de esto en muchas y muchas ocasiones,
aunque nuestro objetivo no es quedarnos ahí. Trabajaremos para aprender a
aceptar el sufrimiento y hacer cosas para salir de ello es nuestro
deseo. Esto es compasión, bien hacia nosotros, bien hacia los demás.
Hacer
limonada cuando la vida te da limones representa sacar lo mejor de
nosotros y de las circunstancias. Implica sacar lo que nos pueda ayudar
para salir de los momentos difíciles. No es fácil, pero es posible.
Dejo aquí unas pautas que espero que te puedan ayudar: