Los psicólogos, al comienzo de la terapia solemos preguntar qué recursos ha utilizado la persona a la hora de buscar solución a sus problemas. Con frecuencia, encuentro que para alejar los pensamientos molestos, inadecuados, u obsesivos, hay quienes pretenden reiteradamente dejar la mente en blanco. Lo mismo ocurre mientras se realizan los ejercicios de meditación o de relajación. Al no lograrlo, resulta frustrante. Forzar el “no pensar” es un error, ya que lejos de lograr el objetivo pretendido, facilita el que entremos aún más en el bucle de pensamientos indeseados.
Aquí te dejo unos breves consejos que espero, te puedan ayudar: