Con
cierta frecuencia aparece en la terapia el problema de la falta de
amigos (hablamos de amigos y amigas). Suelen ser personas a las que sus
circunstancias les enfrentan a cambios (separación, fallecimiento,
jubilación…) y que descubren que no tienen con quién contar en su día a
día. No tienen con quien salir, ni con quien hacer planes, o no cuentan
con ese amigo que les ayuda o escucha en los momentos de dificultad.
Vivimos inmersos en una sociedad que cada vez es más individualista. La falta de tiempo, las redes sociales y los intereses individuales están en la base del cambio. Para algunos es importante tener muchos contactos en Facebook o Twiter, pero no se dan cuenta de que son eso, contactos. Y no amigos. Para algunos, al menos está la familia.