El momento en el que los
padres deciden informar a los hijos del proceso de separación suele
plantear grandes dudas y dificultades. Ellos quieren lo mejor para sus
hijos y, saben que para éstos el momento en el que se les haga
conocedores de la situación, lo más probable es que les genere emociones
como miedo, incertidumbre, dolor e inseguridad.
Todo esto se puede manejar adecuadamente si los padres lo preparan y siguen una serie de pautas encaminadas a minimizar el dolor: