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Frase de la semana

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miércoles, 16 de diciembre de 2020

LA GENEROSIDAD COMO FUENTE DE SALUD MENTAL

¿Crees que eres una persona generosa?, ¿consideras que la generosidad es dar solo cuando hay catástrofes?, ¿podemos aprender a serlo?
La generosidad es un valor personal muy apreciado que actúa como una gran fuente de salud. Está muy conectada con la empatía, las habilidades sociales, la asertividad y sobre todo con el amor a los demás. Puede darse en cualquier situación o momento vital, favoreciendo las buenas relaciones sociales, a la vez que proporciona una gran satisfacción personal.

Pero, ¿qué es la generosidad?

Aunque son muchas las definiciones que podemos encontrar sobre este término, creo que ésta es muy clara: generosidad es un valor o rasgo de la personalidad caracterizado por ayudar a los demás sin esperar obtener nada a cambio.


¿Qué me puede proporcionar el ser generoso?

Aunque en un principio y como dice la definición, siendo generosos no debemos esperar nada a cambio, sí obtenemos una serie de beneficios. La persona que se siente generosa realiza una serie de conductas (dar afecto, tiempo, dinero, compañía, ayuda, felicidad…) por las que recibe entre otros refuerzos el cariño de los demás, el agradecimiento y el beneficio de disfrutar compartiendo. Esto le acerca a uno a los demás, siente que los demás también están más cerca, y mejora así las relaciones personales.

Todo ello proporciona una gran satisfacción y hace sentirse a uno una persona más útil y más completa. Mejora por lo tanto, la salud mental.

¿Y si me paso siendo generoso?

Como con otros valores no hay una frontera clara entre ser proporcionadamente generoso o serlo en exceso y, asumir las consecuencias que eso pueda deparar (que otros se aprovechen, que resultemos unos entrometidos, que se generen situaciones de sumisión…). Las situaciones varían mucho en función de la persona, del entorno, del marco cultural y social en el que tiene lugar. Para no pasarnos, siempre tendremos que tener presente y cuidar que se cumplan nuestros derechos y que se respeten los de los demás.

¿Qué puedo hacer para desarrollar la generosidad?

Para ser generoso lo primero que hay que comprender es que se trata de un valor o cualidad que hay que traducir en actos.

Te facilito una serie de nociones a tener en cuenta:
  • Da al otro lo que necesita o lo que es importante para él en ese momento.
  • Antes de ayudar a los demás es importante que veas cómo estás tú. Si es buen momento para ello, si tienes cubiertas tus necesidades, si te encuentras bien. Difícilmente vas a poder dar algo a los demás si estás pasando por un periodo difícil o si te sientes desencantado, frustrado, etc.
  • Ten en cuenta tus obligaciones del día a día. No se trata de darse al otro y dejar de lado nuestra vida.
  • Es algo que decides tú. No es una obligación que te puedan imponer los demás.
  • No juzgues a los que son generosos. Cada uno tiene sus motivaciones y formas de llevarlo a cabo. No es fácil ser objetivo con ello.
  • No esperes que todo el mundo lo vea como lo ves tú.
  • Para evitar la posibilidad de conflictos o de situaciones confusas, busca tener claros los motivos por los que se te solicita ser generoso.
  • Acepta la gratitud del otro y no le quites importancia a este hecho.
  • Saber recibir de lo demás es también un acto de generosidad. Los demás también tienen el deseo y el derecho de dar.
  • No trates de resolver la vida de los otros ni te empeñes en cambiarla. Lo que ofreces es una ayuda.
  • Aunque no se trata de esperar nada a cambio, lo deseable es que puedas vivir la experiencia de una forma satisfactoria.

Aprovecha las oportunidades que en el día a día se te puedan presentar para poner en práctica actos de generosidad. Tanto tú como los que te rodean podréis ser más felices y sentiréis que todo ello merece la pena.

2 comentarios:

  1. Gracias por todas las dudas que tu perspectiva de la generosidad me han aclarado. Cierto es que cuando no se está bien es más difícil ser generoso, pero ese es el momento en el que la generosidad de otros, va ha hacerte el camino de salida más fácil. Aceptar que a veces eres quien da y otras quien recibe es una lección de vida. Desde aquí mi agradecimiento a tu blog y a tu existencia.

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  2. Gracias por tus palabras y gracias por lo que aportas con tu reflexión. No olvides, también, que la generosidad empieza con uno mismo hacia su propia persona. Algo que no es tan fácil en momentos de dificultad. Por ello es importante trabajarla y entrenarla en el día a día.

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