Bienvenidos

Desde este blog quiero dar la bienvenida a todas las personas interesadas en el mundo de la Psicología. Os invito a formar parte de ello, ya que desde aquí contestaré cualquier duda o pregunta que se os plantee dentro del área de la Psicología.
¡No dejéis de aprovechar la ocasión!

Frase de la semana

Frase de la semana

martes, 29 de septiembre de 2015

Vuelve la Jornada de Psicología y Artes Audiovisuales/Escénicas

A todos los que os interese el cine y el teatro, y queráis vincularlo al mundo de la Psicología tenéis vuestra oportunidad el próximo 16 de octubre de la mano del Grupo de Psicología y Artes Audiovisuales y Escénicas (Psicoartaes) del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

Tras dos presentaciones anteriores, vuelve su Jornada de presentación para la que cuenta con profesionales tanto del mundo del arte como de la psicología.

Será en el salón de actos del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (COP), situado en la calle de San Vicente nº 4- 5ª planta 28008 Madrid. Previa inscripción.

Más información en la página del Grupo: http://www.psicoartaes.es/


viernes, 18 de septiembre de 2015

Ciclo Casa del Libro: LA CREATIVIDAD EN TU DÍA A DÍA

Como en años anteriores, la psicóloga y compañera Lecina Fernández pone en marcha el Ciclo de sesiones en la Casa del Libro de Madrid en los que se tratan temas de gran interés dentro del mundo de la Psicología. En este caso, la temática central es la CREATIVIDAD

Es el IV Encuentro de la Psicología en la Casa del Libro y se organiza como en otras ocasiones junto con el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

Bajo el título LA CREATIVIDAD EN TU DÍA A DÍA se presentarán las diferentes formas de tratar este tema en los diferentes ámbitos y áreas de vida. Para ello se contará con psicólogos que compaginan esta profesión con la faceta de escritores,

El ciclo comenzará el martes 22 de septiembre y será Lecina Fernández, directora, quien lo inicie con el taller: “La rutina desilusiona. La creatividad ilusiona”. A las 19:30 en La Casa del Libro de la Gran Vía, 29 de Madrid. Entrada libre hasta completar aforo.

Más información en: 
www.lecina.es/ 
www.copmadrid.org/web

lunes, 7 de septiembre de 2015

Procrastinación: "dejo todo para otro día"

Esta expresión va apareciendo cada vez con mayor frecuencia en mis sesiones, como si de una moda se tratara. Sin embargo, quien no ha tenido esta conducta alguna vez. 

La procrastinación es la tendencia a posponer o retrasar actividades o tareas que deben realizarse, sustituyéndolas por otras acciones o situaciones que resultan más o agradables. Es algo que aparece de forma natural en las personas, pero se convierte en problema cuando hacemos de ello algo habitual con consecuencias negativas sobre nuestro bienestar.

Se trata de la decisión de dejar para más tarde aquellas tareas que pudieran generarnos malestar (resultan difíciles, ingratas, aburridas, abrumadoras…) Optamos en estos casos por llevar a cabo conductas con una función evitadora ya que eliminan o reducen la posibilidad de que lo pasemos mal. Buscamos para ello actividades que nos aportan una gratificación inmediata (estar tumbado, mirar internet, quedar con un amigo, ver la tele…). De esta forma establecemos y aprendemos una dinámica que nos libera, por lo menos a corto plazo, de los sentimientos y emociones que provocan esas situaciones de dificultad. Sabemos que en algún momento hay que llevarlas a cabo, pero nos convencemos de que hay otras prioridades, que lo podemos controlar, y esperamos a que llegue ese momento que puede ser mejor y/o ese “algo milagroso” que haga que aumente nuestra motivación.

Lo que inicialmente nos libera, a medio plazo, aumenta nuestro malestar. No nos hemos enfrentado ni hemos resuelto el problema. Nos asaltan pensamientos de culpa al ver los quehaceres que se acumulan y vivimos con la continua sensación de “tener que…”. Todo ello, nos agota y nos quita las energías.

Hay procrastinadores eventuales, pero hay quienes hacen de ello una costumbre. No tratándose de una patología, se convierte en problema cuando se realiza con frecuencia y cuando sus consecuencias interfieren en nuestra tranquilidad y equilibrio personal. En ocasiones, sin embargo, es síntoma de algún trastorno psicológico como pudiera ser la depresión.

Muchas y complejas son las causas que pueden llevar a la persona a posponer sus tareas: el perfeccionismo, el miedo al fracaso, no verse preparado para su realización, sentirse incompetentes, ansiedad, indefensión, dificultades a la hora de establecer prioridades, cosas más interesantes, falta de motivación… Cada situación es individual y como tal debería ser analizada.

Poner en marcha lo contrario, “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” se puede convertir en una exigencia que dé lugar a situaciones de estrés y ansiedad. En ocasiones, posponer ciertas tareas, ayuda a mejorar los resultados de otras que se convierten en prioritarias o que pueden mejorar su resultados (por ejemplo, decides ir a realizar una gestión y en ese momento te ves inspirado para continuar un escrito que te resulta complicado de realizar).

Por ello, aconsejamos:
  • Ser conscientes y reconocer que estamos procrastinando.
  • Analiza cuáles son las razones que frenan tu acción.
  • Una vez las conozcas podrás hacer los cambios que resulten necesarios.
  • Aprende a tomar decisiones y no te dejes llevar por pensamientos que alimentan aún más tu indecisión.
  • Organiza tu tiempo y planifica las tareas. Utiliza una agenda o calendario (ej. en la pared)
  • Pon la atención en los plazos de finalización de cada una de las tareas. Diferencia entre las tareas que son importantes y las que no; las que son urgentes y las que no lo son tanto. Concéntrate entonces en realizar las que sean prioritarias.
  • Si tienes que dividir las grandes tareas en otras más pequeñas hazlo.
  • Elimina elementos que te puedan resultar distractores.
  • Y vamos a por ello. No entres en debates internos que te lleven a buscar excusas entre si es necesario hacerlo, si no lo es, si puedes dejarlo para otro momento, etc. Ponte a ello ya. Hazlo sin dudar.
  • Importante: refuerza tus logros por pequeños que sean. Prémiate.

Romper con el hábito de la procrastinación es posible. Cualquier persona puede desaprender conductas que no le resultan funcionales y aprender otras más adecuadas que le reporten tranquilidad, seguridad y sensación de control. Si tú eres una de ella ponte a ello. Si no puedes lograrlo por ti mismo, déjate ayudar por un profesional