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Frase de la semana

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miércoles, 12 de febrero de 2020

Intento dejar la mente en blanco, pero no puedo

Los psicólogos, al comienzo de la terapia solemos preguntar qué recursos ha utilizado la persona a la hora de buscar solución a sus problemas. Con frecuencia, encuentro que para alejar los pensamientos molestos, inadecuados, u obsesivos, hay quienes pretenden reiteradamente dejar la mente en blanco. Lo mismo ocurre mientras se realizan los ejercicios de meditación o de relajación. Al no lograrlo, resulta frustrante. Forzar el “no pensar” es un error, ya que lejos de lograr el objetivo pretendido, facilita el que entremos aún más en el bucle de pensamientos indeseados.

Aquí te dejo unos breves consejos que espero, te puedan ayudar:
  • Cuando practiques ejercicios enfocados a reducir los pensamientos, lo primero que conviene hacer (en la medida de tus posibilidades) es tomar conciencia de las sensaciones y experiencias del momento.
  • Concentra, la atención enfocada y sostenida en un objeto, bien del mundo interior o exterior (sonido, movimiento de la nariz o pulmones al respirar, objeto), ayudando a que la mente desconecte (que no es que la mente se quede en blanco, sino que haces un cambio en el foco de la atención).
  • Si irrumpen pensamientos, déjalos ir. Aparezca lo que aparezca, solo obsérvalo. No analices, ni juzgues, ni emitas opiniones sobre lo que ves, oyes o piensas, ni te recrimines por ello. Déjalos marchar.
De esta forma lograrás que la actividad cerebral disminuya y la respiración se haga más lenta y más profunda, contribuyendo a que aparezcan sensaciones de relajación y de tranquilidad.

Es un acto voluntario que puede resultar difícil al principio, pero si se practica de forma reiterada, poco a poco se logra mantener la concentración durante el tiempo suficiente para lograr la calma deseada y el control mental. Se convertirá así, en una gran herramienta que nos ayudará a manejar mejor nuestro día a día.

Podemos además, incorporar otros elementos que abrirán la puerta a sentirnos aún mejor: fortalecer la aceptación, tolerancia y compasión.

Espero que con todos estos ingredientes y su puesta en práctica te pueda resultar más fácil controlar los pensamientos intrusivos e indeseados, y por lo tanto ser más libre.


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