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Frase de la semana

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martes, 7 de enero de 2014

¿Cómo consigo que se tome la medicación (enfermo mental)?

Una de las dificultades que presentan los enfermos mentales, y que pone en riesgo la mejora de la enfermedad es mantener la adherencia a la mediación. Esto significa seguir el tratamiento farmacológico prescrito por el médico especialista. La palabra “adherencia” que se utiliza en sustitución de “cumplimiento” busca precisamente potenciar un papel activo por parte del paciente, lo que implicará además comportamientos y actitudes más convenientes en la relación profesional-paciente.  

El principal problema que se observa actualmente no es que estas personas no sigan el tratamiento, sino que mantengan una adherencia parcial de la medicación. Tomar de forma irregular la medicación dificulta aún más la mejora de la patología, así como el seguimiento y la detección del problema por parte de los profesionales. Las consecuencias del incumplimiento terapéutico multiplican el riesgo de sufrir una recaída e incluso incrementan la posibilidad de un ingreso hospitalario.

La participación activa de la persona que debe tomar su medicación dará lugar a una corresponsabilidad entre ésta y el profesional, y abrirá la posibilidad a una mayor adherencia y compromiso.

¿Qué hace que la persona deje de tomar la medicación? 
Son diversas las razones que están detrás del abandono o de los olvidos. En algunos casos se trata de una conducta voluntaria, es decir, hay una intencionalidad por parte de la persona y en otros casos, son conductas derivadas de la propia enfermedad. En este caso se entiende que no hay una decisión personal ni voluntariedad en los actos. La clave está en identificar en cada caso particular, cuáles son los motivos y de esta manera, buscar soluciones alternativas y prevenir así las graves consecuencias derivadas de ello.

Entre las principales razones de la falta de adherencia están: la falta de conocimiento de la enfermedad, actitudes negativas hacia ésta, inadecuada relación profesional-paciente, falta de conciencia de padecer una patología, falta de confianza en el beneficio del tratamiento, los efectos adversos de la medicación, las dificultades prácticas, los olvidos, la presencia de problemas psicológicos, así como el deterioro cognitivo, la mejora de los síntomas, la pérdida de soporte familiar o/y social, las dificultades para acceder a la asistencia o a los medicamentos y el coste de la medicación.

¿Cómo conseguir que haya una PARTICIPACIÓN ACTIVA? 

- En primer lugar, el profesional debe establecer una adecuada relación y mantener una comunicación efectiva con su paciente.

- Debe evaluar el conocimiento que la persona tiene acerca de su patología y del tratamiento que le resulta más adecuado, individualizando la intervención, y adaptándola a las circunstancias concretas de la persona.

- El profesional debe explicar con claridad la enfermedad, el tratamiento y las razones por las que debe haber una buena adherencia. Ninguna persona sigue adecuadamente un tratamiento si no entiende su finalidad y aún menos, si su percepción es que no le hace falta.

- Evaluar sus creencias acerca de los efectos adversos a corto y largo plazo, valorando los beneficios y riesgos que se puedan derivar de ello. El profesional escuchará las dudas, preocupaciones y la valoración que el paciente haga con respecto al tratamiento, siendo éste quien decide tomar o no los medicamentos acorde a su derecho a decidir una vez informado. De esta manera asimilará su responsabilidad.

- Si hay abandono de medicación, evaluar cuáles son las razones que lo explican. Hablar acerca de los problemas y necesidades reales.

- No culpabilizar a la persona por no tomar la medicación ya que él es sólo uno de los muchos factores implicados en problema.

- Valorar si la persona necesita ayuda para usar adecuadamente los medicamentos. Facilitar la orientación y considerar la relación familiar o red de apoyo social.

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA LA PERSONA QUE TOMA LA MEDICACIÓN: 

- Infórmese bien sobre qué es lo que le ocurre y el por qué del tratamiento. Cuando vaya a la consulta lleve anotado en un papel las dudas y preguntas que quiera realizar. Tome nota de las respuestas.

- Conozca con claridad cuál es la medicación, la dosis y las horas a las que deben administrarse. Anótelo en un papel.

- Utilice una alarma o señal para que le avise de la toma. Por ejemplo el móvil, o un despertador.

- Es conveniente crear rutinas que ayuden a la toma de medicación. Asocie la toma de medicación con algunas actividades diarias.

- Ponga la medicación en un lugar de fácil acceso y visibilidad para usted (cuide siempre el riesgo de que pueda estar al alcance de los niños, si los hubiera).

- Facilitar cada una de las tomas. Utilizar pastilleros o sistemas personalizados de dosificación que se venden en farmacias. Si tiene que partir una pastilla, consiga un partidor de pastillas.

- Calcule cuánto le va a durar la medicación. Utilice un calendario para marcar cuándo ha de ir a buscar recetas y cuándo comprar los medicamentos. Cuente con hacerlo con tiempo anticipado.

- Puede llevar un registro de las tomas de la medicación. Hacer una marca cada vez que tome su medicación en una tabla. Si descubre que se le ha olvidado una de las tomas, no junte varias. Pregunte al profesional cómo actuar en estos casos.

- Si tiene varias viviendas o lugares en los que habite con frecuencia, deje medicación en ambas para que nunca le falte cuando viaje o se cambie de una a otra.

- Valore la posibilidad de que un familiar participe de la organización y administración.

- Si la enfermedad conlleva problemas de memoria, déjese ayudar.

- Si su problema es el coste de la medicación, el profesional deberá orientarle acerca de posibles opciones que le ayuden a solucionarlo.

- Sea proactivo y anticípese a los problemas. Buscar una solución a tiempo puede ser una gran ayuda. 

CONSEJOS PARA EL CUIDADOR O FAMILIAR: 

- Ante creencias negativas sobre el tratamiento, no intentar convencerle de lo contrario dándole argumentos. Lo mejor es que la persona se informe adecuadamente.

- Si no tiene conciencia de su enfermedad, asociar la toma de medicación con la resolución de sus propios problemas.

- Nunca darlas a escondidas. Puede dar lugar a problemas, además de incrementar la posibilidad de que no quiera tomarla nunca.

- Teniendo en cuenta que los efectos no deseados pueden aparecer antes que los beneficiosos, ayúdele a valorar los cambios y mejoras que vayan apareciendo.

Los actuales medicamentos que se utilizan para el tratamiento de las enfermedades mentales están muy avanzados. La persona actualmente se puede beneficiar de una medicación adecuada, teniendo una buena recuperación que prescinda de molestos efectos secundarios.
Tomar su medicación, le mejorará el estado de ánimo y le colocará en mejores condiciones para atender los diferentes ámbitos de su vida (familia, amigos, estudios, trabajo…).

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