LA CREATIVIDAD COMO HERRAMIENTA PARA LA INNOVACIÓN

¿Crees que la creatividad es solo una habilidad de las personas artísticas? ¿Conoces alguna actividad humana en la que no se haga uso de la creatividad?, ¿para qué me sirve ser creativo?, ¿puedo yo aprender a ser creativo?  

¿Qué es la creatividad? 

  La creatividad es un proceso que, como muchos otros, se compone de diferentes fases. Se inicia con la percepción del mundo y de los objetos, y culmina con la realización de la conducta y la respuesta creativa. Aunque son muchos los enfoques que definen la creatividad, todos consideran que es una cualidad inherente al hombre y una habilidad que se utiliza en la vida diaria. 

No hablamos por lo tanto de una habilidad solo del ámbito artístico, sino de un proceso que realizamos en nuestra vida cotidiana, expresándose a través de muchas acciones: el trabajo, los estudios, las relaciones personales, las decisiones que tomamos… 

La creatividad nos hace ver las cosas bajo una nueva perspectiva. Las personas en su proceso creativo afrontan el mundo combinando pensamientos de tipo convergente (proceso que sigue un determinado conjunto de pasos lógicos y racionales para llegar a una solución correcta) con pensamientos de tipo divergente (proceso de pensamiento o método utilizado para generar ideas creativas mediante la exploración de muchas soluciones posibles). En la percepción y en el hallazgo de ideas, se tiende a utilizar el pensamiento convergente y en las etapas de evaluación y realización se utiliza preferencialmente el pensamiento divergente. 

La importancia del pensamiento divergente hace referencia a que no hay solo una solución sino muchas posibles soluciones, que dan lugar a la producción de ideas, fluidez, flexibilidad y originalidad.

¿Para qué me vale ser creativo?  

La creatividad es una herramienta que nos proporciona libertad y potencia nuestras cualidades personales. Nos motiva y nos renueva ayudándonos a enfrentarnos al mundo con nuevas herramientas, nuevas ideas creativas y nuevas formas de resolver problemas de una manera original, eficaz. Todo ello nos enriquece y nos forma en originalidad, flexibilidad, tolerancia, confianza y seguridad para afrontar problemas y situaciones que nos surjan en la vida cotidiana. 

El humor, la imaginación, la curiosidad, el deseo de explorar nuevas ideas y recursos, la necesidad de buscar respuesta a nuevos interrogantes, estimula la creatividad. 

Como toda facultad humana, el pensamiento creativo, se puede desarrollar y ejercitar como una práctica constante y orientada a cualquier ámbito de nuestra vida. Desde los estudios, el trabajo, y las relaciones personales hasta las pequeñas y grandes decisiones que tomamos a diario se ven favorecidas por esta práctica que hace que lo disfrutemos y vivamos de una manera muy positiva y gratificante. 

¿Qué puedo hacer para desarrollar la creatividad? 

  Para trabajar y disfrutar la creatividad, te propongo una serie de ejercicios: 

• Date una vuelta por tu casa o tu oficina. Coge 5 objetos que tengas a mano y que te resulten familiares (móvil, bolígrafo, plato…) Encuentra cuatro funciones diferentes para los que podría servir cada uno de ellos.
• Hazte con uno o varios libros de cuentos infantiles, a ser posible de los que tienen moraleja. Lee cada cuento y trata de buscar tres finales alternativos. No importa si tiene sentido o es una pura fantasía. 
• Escribe un relato de 100 palabras que incluya: pantano, extranjero y mochila. 
• Escoge 4 situaciones sencillas que te hayan ocurrido a lo largo de la vida y búscales otros finales alternativos.

Disfruta creando nuevas ideas y nuevas soluciones. Todos podemos ser creativos.

Estimula tu creatividad.