¿Un psicólogo puede conseguir cambiar los hábitos alimentarios de una persona?

Mantener hábitos saludables de conducta redunda en una mejora de la calidad de vida. Los expertos de la salud consideran necesario mantener una actividad física regular y controlada, y unos hábitos alimentarios adecuados.

Una dieta equilibrada ayuda a mantener una buena salud. Previene trastornos alimentarios (anorexia nerviosa, bulimia,…) y enfermedades como la diabetes, cardiopatías, etc.



Tanto en el caso de la actividad física como en la alimentación, estamos hablando de pautas de comportamiento. Por ello, si hay alguien que puede ayudar a modificar esos hábitos es el psicólogo. No por ello olvidamos el trabajo de otros profesionales como médicos y nutricionistas, que en ocasiones son imprescindibles.

Hábito es cualquier comportamiento aprendido, repetido regularmente. Como el resto de los comportamientos humanos, de la misma manera que se aprende, puede desaprenderse. En el caso de la conducta alimentaria factores emocionales, costumbres familiares, y sociales determinan su mantenimiento.

La intervención del terapeuta estará encaminada analizar las conductas que tiene la persona con respecto a su alimentación y ver qué es lo que las mantiene. Si se identifican conductas desadaptativas, que perjudican la salud de la persona, el tratamiento consistirá en modificar dichos comportamientos problemáticos e introducir otros más saludables. Las terapias de comportamiento enseñan herramientas y estrategias que llevadas a cabo por la persona tienen un efecto positivo sobre la salud.

El objetivo final será sustituir un hábito nocivo por un hábito saludable.